Llevo unas semanas inmersa en el curso Gamification de Coursera, mi primer MOOC. La gamificación da para muchos posts pero la propia estructura del curso es muy interesante para mí, como profesora  en un sistema educativo esquilmado hasta el hueso. La pregunta de los MOOCs «¿Cómo ofrecer gratuitamente un curso a miles de personas, con una mínima calidad?» tiene un gran paralelismo con «¿Cómo se puede trabajar por tarea o proyecto en clases saturadas y sin horas suficientes fuera de las lectivas para preparar/corregir?».

Durante los cursos pasados he trabajado por tareas, utilizando un Moodle al que los alumnos subían unas 30 tareas a lo largo del curso. Multiplicado por el número de alumnos me genera una cantidad ingente de trabajo, por otra parte necesario, porque si no se lo revisas ¿de que sirve? Coursera me ha dado algunas soluciones:

– Revisión entre iguales. Cada ejercicio que resolvemos se le envía a otros cinco estudiantes, junto con una rúbrica muy clara y sencilla para evaluarlos. Esto permite, a parte de descargar al profesor de la tarea, que los alumnos aprendan de sus compañeros y de la propia rúbrica. La calificación depende, no solo del ejercicio entregado si no de haber hecho correctamente las evaluaciones de los otros.

– También hay que autocalificarse con la rúbrica, y la nota que te pones hace media con la de los demás.

– Esa rúbrica en cuestión es sencilla, no tiene porqué ser la clásica matriz, puede implementarse con un formulario de Google Drive.

– Foros y otros canales de comunicación permiten la interacción con otros y enriquecen el curso, sin duda. Pero consumen una cantidad enorme de tiempo qué, desgraciadamente no tengo. Así que no participo demasiado. A partir de ahora dejaré de quejarme de tampoco lo hagan mis alumnos.

– Hard y soft deadlines, plazos de entrega flexibles. Hay dos fechas, puedes entregarlo hasta un par de días más tarde del hard deadline, sin problemas, pero por cada día te quitan nota (bastante, casi la mitad). Si esto se me hubiera ocurrido antes, se de un alumno de grado medio que hubiera espabilado… Y diréis, pues se amplía el plazo (o no se amplía) y listo, pero no. Si eres estricta, te da pena el alumno con la tarea terminada y que olvidó subir. Si eres blanda, se acostumbran y te tienen loca todo el curso reabriendo plazos.

– Las tutorías (Office hours) se realizan mediante Google Hangout. Obviamente, no pueden participar las 60.000 personas matriculadas, unos días antes, se recogen preguntas y se pide voluntarios para transmitirlas en el Hangout, de modo que aunque en la videoconferencia solo hay 5  ó 6 alumnos junto al profesor, de alguna manera todo el mundo participa. De aquí he sacado la idea de «jefes de proyecto» para un proyecto de Telefonía. Los alumnos los eligen y a partir de entonces solo ellos me informan del estado de la tareas, problemas, etc. Además se responsabilizan de llevar el diario en el que entre otras cosas, deben contar el papel que han tenido sus compañeros durante cada clase. Está funcionando, la responsabilidad les sienta bien y además ahorramos mucho tiempo en comunicación.

No todos los MOOCs están implementados de la misma forma, obviamente. El de Gamification ha resultado ser el más exitoso. Su profesor, Kevin Werbach firma el interesante artículo MOOC’s: A view from de digital trenches, donde explica las razones que según él han contribuido a este éxito del que no han disfrutado cursos mucho más caros de producir dentro de la misma plataforma.

Por cierto, si los MOOCs te tienen fascinado y quieres probar a crear uno, Google (¿cómo no?) ofrece Course Builder. Habrá que probarlo…